La historia del arte es el relato de la
evolución del arte a través del tiempo, entendido como cualquier actividad o producto realizado
por el ser
humano con finalidad estética o comunicativa, a través de la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión
del mundo, empleando diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos.
La historiografía del arte, como disciplina
académica y entorno institucional (museos, mercado del arte, departamentos
universitarios, producciones
editoriales) se suele restringir a las denominadas artes visuales o plásticas (esencialmente a pintura, escultura y arquitectura), mientras que otras artes son más específicamente
objeto de estudio de otras disciplinas claramente delimitadas, como la historia de la literatura o la historia
de la música, siendo todas ellas objeto de atención por
la denominada historia
de la cultura o historia cultural, junto con las
historias sectoriales enfocadas a otras manifestaciones del pensamiento, como
la historia
de la ciencia, la historia de la filosofía o
la historia de las religiones. Algunos campos de conocimiento estrechamente
relacionados con la historia del arte son la estética y la teoría
del arte.
A lo largo del tiempo el arte se ha
clasificado de muy diversa manera, desde la
distinción medieval entre artes liberales y artes vulgares (o «mecánicas»), pasando por la moderna distinción
entre bellas
artes y artes menores o aplicadas, hasta la multiplicidad contemporánea,
que entiende como arte casi cualquier manifestación de la creatividad del ser
humano.
La sucesiva ampliación del listado de las «artes
principales» llegó en el siglo XX hasta el número de nueve: la arquitectura, la danza, la escultura, la música, la pintura, la poesía —entendida de forma amplia como literatura con intención estética, que incluye los distintos
géneros del teatro y la narrativa—, la cinematografía, la fotografía y la historieta (o cómic).
Al solapamiento conceptual de términos entre artes
plásticas y artes
visuales se añadieron los de diseño y artes gráficas. Además de antiquísimas formas de expresión artística
como la moda y la gastronomía, actualmente se suelen considerar artes nuevos
vehículos expresivos como la publicidad, la animación, la televisión y los videojuegos.
La historiografía del arte es una ciencia multidisciplinar, procurando un examen objetivo del arte a través de
la historia, clasificando culturas, estableciendo periodizaciones y observando sus características distintivas e
influencias. El estudio de la Historia del Arte se desarrolló inicialmente en el Renacimiento, con su objeto limitado a la producción artística de
la civilización
occidental. No obstante, con el tiempo se ha impuesto
una visión más amplia de la historia artística, intentando una descripción
global del arte de todas las civilizaciones y el análisis de sus producciones artísticas en
términos de sus propios valores culturales (relativismo
cultural), y no solo de los de la historia del arte occidental.
El arte goza hoy en día de una amplia red de estudio,
difusión y conservación de todo el legado artístico producido por la humanidad
a lo largo de su historia. Durante el siglo XX han proliferado las
instituciones, fundaciones, museos y galerías, de ámbito público y privado, dedicados al análisis y
catalogación de las obras de arte, así como su exposición a un público mayoritario. El auge de los medios
de comunicación ha sido fundamental para el mejor
estudio y divulgación del arte.
Eventos y exposiciones internacionales, como las bienales
de Venecia y São
Paulo o la Documenta de Kassel han ayudado al fomento de nuevos estilos y
tendencias. Premios como el Turner de la Tate Gallery, el Premio de la Fundación Wolf de las Artes, la Medalla Picasso de la UNESCO, el Premio Velázquez de Artes Plásticas, el Premio Pritzker de arquitectura, el Premio Nobel de literatura, la Medalla Mozart de la Unesco de música
clásica, el Pulitzer de fotografía y los Óscar de cine también fomentan la obra de los mejores
creadores a nivel internacional. Instituciones como la UNESCO con el establecimiento de un Patrimonio de la Humanidad ayudan igualmente a la conservación de los
principales monumentos del planeta.
Arte Urbano
El arte urbano o street art por naturaleza tiende a
ser disidente, rebelde y opuesto a posturas capitalistas y de grandes
corporaciones. Es por ello que sus mensajes subversivos muchas veces atacan o
ridiculizan a gobiernos o corporaciones que son opresoras o perjudican a la
sociedad y el medio ambiente. Banksy es uno de los artistas que mejor representan el
alma de lo urbano; su obra ya es célebre en el mundo entero pero se mantiene en
la clandestinidad (nadie sabe quién o qué es este artista inglés ni cómo ha
logrado mantener su anonimato).
Aerosoles, plantillas, técnicas como el dripping,
pegotes, lienzos, collage son algunas de las técnicas que
el arte urbano tiene para su manifestación. Sus detractores hablan de
vandalismo mientras que sus creadores y admiradores hablan de derecho a expresarse
y la adaptación del espacio público para usarlo como proclama social y, en
ocasiones, como mejora visual. Un trasfondo ideológico de peso, además de una
depurada técnica, es lo que hará la diferencia entre el buen arte y aquel que
en efecto puede ser sólo una causa de contaminación visual sin sentido.
El artista urbano tiene el privilegio de actuar con la
libertad que le otorga el espacio y la rebeldía de su espíritu para denunciar.
Mientras otros se encierran en su estudio para crear un lienzo, ellos eligen lo
que la calle les ofrece: van a ella en busca del sitio más adecuado para
escupir al mundo lo que está mal, lo que la política le está robando a la
ciudadanía, lo que la moral quiere dictar como correcto e incorrecto.
Graffiti
Se llama grafiti, graffiti o pintada a un
modo de pintura o arte visual
callejero, por lo general ilegal o paralegal, que es
generalmente realizada en superficies amplias de espacios urbanos: paredes,
portones, muros, etc.
Suele oscilar entre ilustraciones más o menos abstractas,
hasta mensajes escritos y otras formas de intervención mediante la pintura,
generalmente en esténcil o aerosol.
El término graffiti viene del
italiano y a su vez del nombre dado a las inscripciones satíricas en
espacios públicos hechas durante el Imperio Romano, conocidas
como graffito, y que son su más remoto antecedente.
Este término sin embargo se popularizó enormemente a
partir de su incorporación a la cultura callejera estadounidense, así como a
los movimientos más o menos contraculturales del hip-hop y distintas tribus
urbanas, que empleaban este tipo de forma de expresión.
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